
1. Todo niñ@, sin distinción de raza, idioma o religión, tiene derecho a escuchar los más hermosos cuentos de la tradición oral de los pueblos, especialmente aquellos que estimulen su imaginación y su capacidad crítica.
2. Todo niñ@ tiene pleno derecho a exigir que sus padres les cuenten cuentos a cualquier hora del día. Aquellos padres que sean sorprendidos negándose a contar un cuento a un niñ@, no sólo incurren en un grave delito de omisión culposa sino que están autocondenando que su hijo jamás les vuelva a pedir otro cuento.
3. Todo niñ@ que por una u otra razón no tenga a nadie que le cuente cuentos, tiene absoluto derecho de pedirle al adulto de su preferencia que se los cuente, siempre y cuando éste demuestre que lo hace con amor y ternura.
4. Todo niñ@ está en el derecho de escuchar cuentos de sus abuelos. Aquellos niñ@ que tengan vivos a sus abuelos podrán cederlos a otros niñ@ que por diversas razones no tengan abuelos que les cuenten cuentos. Del mismo modo aquellos abuelos que carezcan de nietos están en libertad de acudir a escuelas, parques y otros lugares de concentración infantil en donde con entera libertad podrán contar muchos cuentos.
5. Todo niñ@ goza a plenitud del derecho a conocer las fábulas, mitos y leyendas de la tradición oral de su país. En el caso de los niños venezolanos, éstos tienen el perfecto derecho a interesarse en nuestros relatos indígenas y cuentos costumbristas, así como en toda aquella literatura oral creada por el pueblo.
6. El niñ@ tiene a derecho a inventar y contar sus propios cuentos así como a modificar los ya existentes creando así su propia versión. En aquellos casos de niñ@ influidos por la televisión, sus padres están en la obligación de descontaminarlos conduciéndolos por los caminos de la imaginación de la mano de un buen libro de cuentos infantiles.
7. El niñ@ tiene derecho a exigir cuentos nuevos. Los adultos están en la obligación de nutrirse permanentemente de nuevos e imaginativos relatos, propios o no, largos o cortos, lo único obligatorio es que éstos promuevan un aprendizaje.
8. El niñ@ siempre tiene derecho a pedir otro cuento y a pedir que le cuenten un millón de veces el mismo cuento.
9. Todo niñ@, por último, tiene derecho a crecer acompañado de las aventuras de “Tío Tigre y Tío Conejo”, de aquel caballo que era bien bonito, de la barba del viejo Lucho, del cocodrilo colorado de los cuentos y del inmortal “Había una vez…..palabra mágica que abre las puertas de la imaginación en la ruta hacia los sueños más hermosos de la niñez.